
Hace un tiempo vi una imagen con un escrito que me llegó al fondo del corazón.
“Si le dices a un niño que un ratón vendrá por su diente; TE CREE.
Si le dices que Santa Claus llegará en Navidad; TE CREE.
Que hay un tesoro al final del arcoíris; TE CREE.
Si le dices que es tonto, flojo, miedoso; TE CREE.
DILE que es INTELIGENTE, VALIENTE, CAPAZ y también te va a creer”
Nosotros, los adultos, como papas, docentes, abuelos, tíos, etc tenemos que trabajar la autoestima y la confianza de los niños, ayudarlos y es tan fácil como cuidar las palabras y la manera de decirlas.
Tampoco se trata de ser exagerados y decirles a cada momento que son los mejores en todo, tan solo felicitarlos si hacen las cosas bien y animarlos a hacerlas mejor la próxima vez si no les ha salido tan bien. Si tienen miedo acompañarlos a superar ese miedo. Y así con todo.
Que se sientan queridos, acompañados y comprendidos.
Somos su referente y de nosotros depende su futuro comportamiento.
Si! Hay que animarles y enseñarles a que crean en ellos mismos y a vencer sus miedos. Lo curioso es que ellos también nos enseñan muchas cosas a nosotros!
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Y tanto!!! Tenemos mucho que aprender de ellos, tenemos que prestarles más atención porque son pequeños sabios que con su sinceridad te hacen ver lo que otras personas no han podido.
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