
El control de la respiración es muy importante y cuando somos adultos nos empezamos a dar cuenta de que la tenemos muy olvidada.
La respiración está conectada con nuestro estado interior de manera que cuando estamos tranquilos es lenta y profunda y cuando estamos nerviosos es rápida y superficial. Si aprendemos a controlarla, podremos controlar también nuestro ánimo.
Si queréis realizar un ejercicio de respiración con el cual podáis introducir el pranayama en la vida de los niños de una manera divertida y a modo de juego, esta es sin duda la respiración de la abeja.
Sentados en el suelo con las piernas flexionadas y la columna erguida nos taparemos los oídos con los pulgares y el resto de los dedos apoyados en la cabeza con la mano bien abierta. En ese preciso instante ya sentiremos como nos aislamos del ruido exterior.

Cerramos los ojos e inhalaremos por la nariz y mientras exhalamos lentamente con la boca cerrada, realizaremos un sonido que imita a la abeja cuando vuela “mmmm”, hasta el final de la respiración.
Duración: de 1 a 3 minutos
Observaremos la sensación del zumbido dentro de nuestra cabeza. Sentiremos como la vibración se expande por nuestro cuerpo.

*Es posible que los niños se cansen de estar con los brazos arriba, si es así pueden apoyar los codos en sus rodillas.
Invita a tus hijos a calmar sus pensamientos con esta facilísima respiración. Es ideal para aliviarles del estrés y del insomnio.
A nosotros nos encanta practicarla juntos.
¿Os animáis a probarla?
La verdad que respirar bien es un auténtico placer.
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